¿Porqué borré mi nombre de la Iglesia Mormona?-- (Enero 2024)


El motivo de relatar mi decisión, puede sonar vaga para muchos, o interesar a algunos, o a unos muy pocos, lo que me ha pasado dentro de la Iglesia Mormona mientras era un miembro. Solo intento que los que abren éste comentario, puedan leer hasta el final. No encontrarán cosas nuevas o noticias estridentes, pero sí un relato sincero de lo que me pasó. Fue estar atado a creencias, que no eran mías, sino impartidas desde el vértice de la Iglesia, haciendo de ello que un miembro fuera o no digno, y fiel según sus preceptos. El verticalísmo de enseñanzas es inevitable. Está prohibido ser pensante, escudriñar o poner en juicio sus enunciados. Aún líderes de antaño, se les mandó a cambiar sus opiniones sobre temas, que eran contradictorios a las enseñanzas del Salvador. Lo importante es mantener la bandera de la Corporación,como una iglesia, y decir que es la verdadera, única sobre la tierra.

Voy al tema:

Cuando una persona, un miembro de una iglesia deja de pertenecer a la misma, no es fácil. Durante muchos días, meses y a veces años (como mi caso) uno debe evaluar cada creencias que la mente ha adoptado como verdades. Y en realidad, mientras uno se consulte, y estudie cada principio de creencia, necesita probar si está acorde con las Escrituras.

En el caso de la Iglesia Mormona, y escribo de tal manera ese nombre, por el hecho de síntesis, y además en años anteriores, el "ser Mormón", era bueno, para los líderes y los miembros mismos. No encuentro ahora que sea un lado malo decirlo de esa forma, pero son los cambios que se les antoja a los llamados Autoridades Generales. Lo que "antes era bueno, hoy no lo es".

 Comencé, a dejar de creer las falacias, y separar de lo que es verdad, que uno lo representa con las mismas escrituras de dicha iglesia. Es prueba, y contraprueba.

Por supuesto, que para las autoridades, no es bueno que el miembro piense, corrobore con las escrituras, y compare los dichos. Hasta la misma Historia de la Iglesia, en su relato, nos muestra hoy partes de las creencias que han dejado de ser y cambiado por otras, o suavizado en sus conceptos.

Para mí, que cada creyente siga con su fe o el llamado testimonio. Lo que deberían es respetar que el otro (yo) piense distinto, y no ser llamado "un dejo de ser tentado por satanás". Cuando uno durante años he visto como satanás, a tentado a muchos de los miembros en corrupción dentro de la organización, y para esos "tentados", la vida les ha continuado feliz, bajo las mentiras que cubren sus actos lascivos y corruptos. Hombres haciendo trampas entre ellos, por puestos o cargos laborales. O subir en escalafón ministerial. Es verdad que dichos hombres se regodean en los bancos de cabeceras de capillas o en conferencias semestrales. Se les nota el aire de superados, y hasta diría que demuestran un nivel de superioridad sobre el miembro común (que a su vez, por pagar sus diezmos, y ofrendas, los mantiene en esos cargos pagos)

En éste párrafo pondré, o contaré de mi experiencia, algunos conceptos de cómo actúan los hombres, sacerdotes llamados por Dios. Donde el baluarte es la dignidad, la honestidad, y el amor fraternal. Muy poco he visto de esas facetas dentro de la Iglesia Mormona. Y divido la membresía, en dos partes: aquellos que están dentro del sistema laboral, educativo, y con llamamientos pagos por la iglesia, que van a defender, "sin sustento doctrinal", todo un bagaje de testimonios sobre cualquier tema. Y lo hacen por la parte denaria que les corresponde. 

Y la otra: es el miembro común, que llena o cubre espacios dentro de las capillas, sosteniendo la estructura y formato dominical. Les inculcan, sus líderes, "que el servicio es la mejor muestra de amor de seguir a Cristo". Mientras los escogidos (que cobran) estimulan esas palabras. 

Éstos miembros comunes en toda parte del mundo son los que con sus manos alzadas, sostienen esas Autoridades, haciendo legítimo el poder dentro de la Corporación. Es la manera de institucionalizar el poder dentro de la Iglesia, ante las autoridades federales, de que tiene autonomía. Para eso sirven (en parte las conferencias semestrales en Lago Salado, tiene ese fin)

Si un miembro ha estudiado las escrituras, al menos del Nuevo Testamento, sabrá que Anás, y Caifás (saduceos) eran los que llevaban la administración del templo en el antiguo Jerusalem. Habían transformado el Lugar Santo, y todo el Templo, en un ardid de tejido comercial, de impuestos y ventas de monedas y animales para sacrificios. Sus réditos eran altamente vomitivos. Era la clase más rica de la religión basada en las leyes de Moisés. Y fueron los precursores del hostigamiento, persecución y muerte de Jesús. ¿No es contradictorio, que según las leyes, que a fondo conocían, hayan hecho tal vandalismo?

La iglesia mormona, no está muy lejos de aquellos tiempos. Porque han priorizado (y es de común conocimiento de su multimillonaria riquezas, abusando de los "donativos" de los miembros", para aumentar y sin tener un límite en sus arcas que desbordan) el crecimiento de tesoros terrenales.

Por eso explico, en éste escrito que la Iglesia mormona, primero es una Corporación, y luego una Iglesia. Y sigue así:

Ya es de común conocimiento de que la Iglesia, Primero es una Corporación. Dejo el acta de la Iglesia:

                                

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ESTADO DE UTAH ss.

CONDADO DE LAGO SALDO

HEBER J. GRANT, 

primero jurado, deposita y dice:

Que él es ahora y durante más de veinte años, el pasado ha sido el Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, debidamente elegido y nombrado, y como tal ha sido el Presidente desde el 26 de noviembre de 1923 o alrededor de esa fecha. ahora es, la Corporación legalmente constituida del Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, una corporación única; que bajo y de conformidad con la Sección 18-7-5 R.S.U. 1933, por la presente, modifica el Artículo "Cuarto" de dichos Artículos de Incorporación como ahora de registro en las oficinas correspondientes de este y otros estados, dicho artículo en su forma enmendada para que lea como sigue:

ARTICULO CUARTO:

Cuarto: El título de la persona que hace estos artículos de incorporación es "Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días". Él y su sucesor en el cargo serán considerados y se creará un cuerpo político y corporativo único con una sucesión perpetua, teniendo todos los poderes, derechos y autoridad en estos artículos especificados o previstos por la ley. Pero en el caso de la muerte o renuncia del cargo de Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, o en el caso de una vacante en ese cargo por cualquier causa, el Presidente o el Presidente interino del Quórum del Doce Apóstoles de dicha Iglesia, o uno de los miembros de dicho Quórum designado en él por dicho Quórum, serán los únicos responsables de la corporación en virtud de estos artículos, en espera de la instalación de un Presidente sucesor de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Las leyes conforme a las cuales se hacen, y estarán y estarán autorizadas en su capacidad oficial para ejecutar en nombre de la corporación todos los documentos u otros escritos necesarios para el cumplimiento de sus propósitos, negocios y objetos, y para hacer todo lo necesario. en nombre de la corporación que podría hacer el firmante original de los artículos de incorporación; siendo el propósito de estos artículos que no haya fallas en la sucesión en la oficina de dicha corporación.

Firmado] Heber J. Grant

Presidente de la iglesia de jesus Cristo de los Santos de los Últimos Días,

Sello]

                                           **********************

Entonces, cuando desde los púlpitos sagrados del Tabernáculo, te dice: La iglesia, es conducida por el Señor...  ¡puede ser, o no! 

Porque primero es una: "Corporación" de La Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Últimos días. ¿Se entiende?  Es una Corporación, conducida por el presidente del momento, y que está sujeta a su voluntad. Y en ningún momento en el "artículo Cuarto", se menciona el nombre de Jesús, o Jesucristo involucrado en dicha reforma. O que Jesucristo es el "apoderado de tomar decisiones, de ejecutar negociaciones o propósitos que incumben a "La Corporación".

Tal hecho, ha llevado a ser una Iglesia, que gestiona los "diezmos mundiales", en lo que mejor les plazca, (de acuerdo al Artículo Cuarto en su reforma) ya sea: inversiones, compras de inmuebles, cientos de miles de hectáreas de tierras alrededor del mundo. Inversiones de agriculturas, alimentos etc. De esa manera se ha transformado en una iglesia multimillonaria, que crece como la hidra.

Ahora ¿me importa? De ninguna manera. Porque serán "ellos", los que deberán explicar: "hacer tesoros en la tierra". Sus inmensas riquezas, contrasta con un pueblo mormón pobre, (al menos en mi Argentina)

¿Cómo me he dado cuenta de las mentiras y falsas enseñanzas? Bueno, algo ya he escrito sobre principios de diezmos, y poligamia en éste blog. Ahora expongo algunas experiencias de vida y cómo se chocan con sus enunciados de Artículos de Fe, o de ese Amor tan detallado que va de la mano con el Sacerdocio. Así fue:

"Cuando me bauticé en el año 1968 (28 de Octubre) tenía 14 años. Entraba a una iglesia, que en mi poca capacidad compresiva, por la edad, sentía que estaba en un camino pleno. Porque sentía la necesidad de "creer", de simpatizar con las enseñanzas del Evangelio. Desde siempre en mi casa, y aún siendo chico, siempre oraba antes de ir a dormir y creía que un Padre Celestial me escuchaba y nos cuidaba. Con mis padres y hermanas, también lo hacíamos y se sabía de las escrituras, como la Biblia, de que éramos hijos de un Dios amoroso, y de la Redención de su Hijo Jesucristo. Por lo tanto, estar en esa iglesia me ayudaría a crecer en el conocimiento, de lo que habían enseñado los misioneros acerca de la "iglesia verdadera restaurada". De la existencia de la verdad plena y de las promesas eternas, tanto como familia e individuales".

El propósito de examinar mi vida como mormón, no es atacar los que siguen dentro de la iglesia, con sus creencias o testimonios. Lo que pretendo es dejar escrito, cómo me afectó las falacias, y mentiras del formato de control de creencias que la iglesia imparte a la membresía por medios de títulos de los discursos de sus autoridades (que muchas veces son incompatibles con las escrituras, tal como he expuesto en algunos temas en éste blog) y las cercanías solo a los profetas, casi de forma devota por los "profetas contemporáneos", como únicos referentes de la verdad.

 Y hoy casi toda la Iglesia Mormona, ha comentado y dejado atrás las contradicciones de la historia misma, de sus propios líderes. Que lo dicho en 200 años atrás, hoy no convergen en la verdad. La iglesia se ha ido mitificando, se ha moldeado a lo social, a la imagen diferente de hace 50 años atrás, para quedar a gusto con los movimientos de la vida y no desencajar con el arrastre de sus propias palabras. A pesar que la doctrina queda pisada, en algunos temas.

Quiero aclarar algo: "Si se tomase la vida de Jesucristo durante su estado terrenal, especial el de misionero, trayendo el Evangelio del Padre, y que mientras enseñaba o curaba enfermos, pareciera que "rompía las leyes de Moisés", o que las cambiaba. Y no fue así. Sino de que estaba cumpliendo cada profecía, y que la ley no era la salvación, sino la Fe, en Él. 

Dejaba la adoración litúrgica, de normativas y reglas, de purificaciones físicas, por aquellas que servían para el desarrollo espiritual y fé en Jesucristo, como el futuro Salvador y Redentor". 

Que cada uno tome de éstas palabras lo que les sirva, o no. Pero es una verdad a gritos que la Iglesia Mormona, ha cambiado. Y no solo eso, me he llevado a cuesta las afecciones emocionales del descrédito de sus enseñanzas.

La Iglesia Mormona controlada por líderes llamados Autoridades Generales, desde su comienzo en 1830, ha tenido un control sobre las enseñanzas impartidas. Y lo reflejan en preparados manuales de instrucción y capacitación. La muestra del amor del Evangelio de Jesucristo, entre los miembros, las autoridades y organizaciones, es un modo de vida. Instruyen que la caridad, el respeto, el orden, la fraternidad, la obediencia eclesiástica por el orden mismo, la honestidad, y el camino ¡es la verdad! Que es la Iglesia del Señor, y que está basada en los principios escriturales, pero a mi me demuestra casi todo lo contrario. Todo los enunciados sirven para la foto, para la imagen fuera de la iglesia, lo que se muestra al mundo, a sus pares.

Y ¿porqué lo expreso de ésta forma? Porque desde hace años (que no fueron pocos) he visto acciones de líderes, y miembros hacer lo contrario, en conductas. Es decir, si hay fe, debería tener buenas obras.

No han crecido con el tiempo o mejorado su camino "a la perfección", que tanto se alienta a cada individuo. Las malas conductas, las estafas dentro de la iglesia, los robos (como en tiempos antiguos los sacerdotes del templo) continúan. Solo que con el pretexto "de que somos imperfectos", la vista se corre hacia otro frente. 

Si la iglesia es el "fin" para mejorar y cada día acercarnos al Salvador, usar el sacerdocio para calzar sus vidas sobre esos principios, es lo que no he visto. Y solo utilizan a la iglesia como "un medio". El resto (los miembros) solo esperan de que sus vidas cambien, sean bendecidas o lleguen a cumplirse algunas promesas. Se ilusionan con promesas extendidas en la eternidad. ¿Quien conoce el futuro? Pero no dejan de hostigar con promesas, y a veces saltan el orden del Señor. ¿porqué lo digo?

Porque sabemos o sé, que mi vida terrenal debe pasar por la muerte, luego vivir el Milenio, estar en la última batalla contra satanás, que será atado, y viene el Gran Juicio a los hijos de Dios. De abrir el Libro de la Vida de cada ser, y el Padre dará su veredicto. Pero, ¿porqué las escrituras de la iglesia Mormona, en Doctrina y Convenios, dice: "que Hyrum, y el padre de José Smith, ya están al diestra del Padre? ¿No es mucha arrogancia, de elevarse sobre la temática dada por el Padre?

Continúo:

Para dar ejemplos, contaré algunas de mis experiencias con la iglesia (especialmente durante el tiempo misional) y el poder sacerdotal. Que a fin de ser justo, debo decir que el sacerdocio, tal como se ha enseñado desde las clases, los llamamientos y en los discursos, es un poder o investidura, bajo ese manto de poder divino, para mejorar al hijo de Dios. ¿Es así o debería serlo?

Dice el relato de las enseñanzas que los reviste de un manto de respeto (el sacerdocio) y amor hacia sus hermanos y hermanas. Que los hace ser cada día mejor. Y así debería ser. Lo genuino de una vida cristiana. Pero a pesar de los avatares de la vida, que no es excusa, el esfuerzo de una superación día a día, llevaría o ayudaría mediante el obedecer los preceptos que se basa el uso del sacerdocio, mejorar individualmente. Que son llaves de poder, que el hombre bajo la dignidad, debería utilizar en bendición de su prójimo.

Pues bien, el estancamiento, el recelo por el otro. Ver que su par va cambiando, que mejora, se esfuerza, y es bendecido, sobresale el encono, y el ego. Ésto hace que como espejos, se actúe en contraposición de las normativas, y entonces viene el mal uso del llamado sacerdocio siendo más habitual de lo que se piensa. 

Al decir que es una "iglesia de Cristo", y llevada adelante por Él mismo, debería fluir como manantial. Regar la tierra, para que dé su fruto con un amor cristiano entre los miembros, y con aquellos que se busca atraer a las congregaciones. Pero la Iglesia, al ser multicultural de convivencias de distintos países, no se ha logrado una visión de que el Evangelio es uno, y los idiomas, las razas han dejado rispidez de tratos y miradas. No es lo mismo ver un mormón norteamericano, que ver un mormón africano, venezolano, haitiano o argentino. Porque solo los une el nombre de la iglesia, y no la bondad fraternal.

Algo como lo menciono, ya había ocurrido entre Pedro y Pablo, cuando el primero de los nombrados, pretendía que los gentiles (nuevos conversos al cristianismo) vivieran ¡como judíos! Es que su percepción, estaba atada a la antigua formas de vivir el verdadero evangelio de adoración, que era la ley mosaica. Y sabemos lo dicho por Pablo. Contundente. 

Y así, con siglos más adelante, se repite entre los mormones esa forma de quién es mejor en el cumplimiento de vivir el evangelio. 

Y voy al primer ejemplo:

Cuando fui llamado a una misión regular, ese llamado venía de lo Alto (según por definición ¡que viene a todos élderes y hermanas, hecha por el Señor mismo!) y que son todos revestidos por la misma autoridad del sacerdocio del Señor... por lo tanto ¡todos iguales!  

Hace que haya un respeto (al menos así debería ser) por la autoridad del uso del sacerdocio y el llamamiento que conlleva cada misionero/a que ocupa un lugar, al que fuere su destino.

Además la obediencia a las normas de convivencia, sabiendo que se está al servicio del Señor en predicar el Evangelio, las llamadas famosas "reglas misionales de compañerismo" que se deben vivir durante el lapso que dura la misión, tendrían que dar un marco de seguridad y armonía, ya que se está al servicio "de la Obra del Señor". Y con excepciones se llevan a cabo.

Son dos años de prácticas sacerdotales, de bajada de líneas de los presidentes de misión, de visitas durante la misión, de conferencias por las Autoridades Generales, en busca de mejorar, y traer la mayor cantidad de conversos a la iglesia. Ésto en teoría, es excelente. Pero al estar viviendo en una misma pensión (lugar que habitábamos, para dormir o comer) entre argentinos, norteamericanos (como era en mi época -1977/1979-) La situación era diferente. Porque no importaba el llamamiento o el sacerdocio, sino que prevalecía el estado racial. La misión, en el transcurrir de los meses, va cambiando, tanto en práctica como en empatía. 

Uno, el misionero con el pasar de los meses va incorporando miradas de la Obra. Con algunos compañeros se congenia, con otros cuesta un poco más. Lo que tenía claro dentro de mi corazón, era que debía servir al Señor, y lograr dignidad ante Él, para ser merecedor de las promesas escritas en las Escrituras.

La misión se vuelve un crisol. Los argentinos éramos misioneros de "segunda", porque no habíamos sido "investidos".  No había templos en Sudamérica entre 1977/1979 y eso nos calificaba como menor, estaba la supremacía norteamericana, por su historia pionera, y que los de Sudamérica, debíamos ser agradecidos al recibir de sus manos el Evangelio. Lo que muchos misioneros no vieron en mi, era el potencial que iba a desarrollar, gracias a mi Padre, la capacidad de ser un siervo del Señor. Me capacité, estudié, y mi desarrollo de enseñar era un privilegio. Estaba en mi país, y conocía la simpleza de hablar a distintas personas. Ver cómo llegar a ellos, ser simpáticos, y descender a su capacidad de comprensión, o mantener el lenguaje según su entendimiento. Pronto era llamado (en el sacerdocio) a ser un líder. 

 Y el colofón, de lo que explico, fue  cuando fui llamado a ser asistente del presidente de misión.

Nunca imaginé que iba a tener ese llamamiento. (Sí, había logrado mucho éxito bautismales. Tanto que hasta el año 2006, dicho por misioneros norteamericanos que visitaron mi hogar, comentaron que mi número de bautismos, que excedió la meta de la misión, no había sido superada y como misionero puedo decir, que tuve éxito) 

Y ese llamamiento consistió en que el presidente, me nombrara como asistente viajante. Hasta ese tiempo, no se separaban los compañerismos. Sin embargo el presidente, me asignó viajar solo por toda la misión, y capacitar las áreas, supervisando los programas y su aplicación. Estaba provisto de un vehículo de la casa de la misión. Tal llamamiento, no fue bien visto por muchos misioneros.

 Surgió esa ola de voraz desprecio. En una ocasión había organizado una mini-conferencia en una zona para dar instrucciones del presidente, más lo que podía aportar desde mi experiencia.

Al llegar al lugar se pudo percibir que había malestar. Cuando íbamos a comenzar, se acercaron varios éderes norteamericanos, y con una actitud arrogante me dijeron:  "¡a usted no lo reconocemos como nuestro líder!". Fue bastante incómodo para mi escuchar, esas palabras de sacerdotes de Melquisedec,  el mismo poder que yo poseía, que no "reconocieran" mi llamamiento como su líder.

 ¿No era que teníamos un llamamiento sagrado? ¿No era que se respetaba al líder y al sacerdocio? ¿Dónde estaba el progreso de cada uno, y de ocupar el lugar que según, se enseñaba  venía del Señor? ¿No tenía, yo, un llamamiento del Señor, de ser un asistente? 

Pero los egos de razas, de culturas (a pesar que el famoso Manual Blanco, daba instrucciones de respetar, las culturas de cada país, donde se sirviera, y a sus líderes) no les importaba.

 Pronto regresé a la casa de la misión, y relaté al presidente de lo ocurrido, y que varios misioneros habían rechazado lo que el Señor me había asignado como misionero. Y no podía desarrollar mi llamamiento. Dejé ese lugar y pasé mis dos últimos meses en otra área.

Así era y es la forma de respetar, lo que ellos mismo enseñan dentro de la iglesia, ese amor y guía por otros líderes. Pero si no es del paladar de algunos, "es rechazado".

Tal vez, mientras leen, algunos pensaran que he dejado la iglesia por éstos hechos. ¡No, los fundamentos son doctrinales! y los he asentado en éste blog.

Contar ésto parece superfluo, pero no lo es. ¿No es acaso una iglesia universal, verdadera, donde "todos somos iguales"?

 Podrán coincidir o disentir, pero me alberga mi derecho de libertad de pensamiento de decir lo que siento.

Ahora, ¿porqué me he sentido defraudado?

       



Y ¿porqué muchos años mas tarde esa explicación se ha cambiado? ¿Decía yo la verdadera forma?

 Lo explico: "durante el tiempo misional, en la primera charla enseñábamos: "que José Smith, había traducido el Libro de Mormón por el don y poder de Dios. Y se mostraba una lámina, donde el llamado profeta apoyaba su dedo en los llamados caracteres de las planchas de oro, que contenía dicha historia e interpretaba la traducción". 

Esa parte yo la enseñaba con fe, creyendo que había sido tal como se nos había enseñado. Lo hacía de corazón, creyendo que estaba diciendo la verdad. Mi convicción era tan fuerte, que así lo creía e inducía a comprometer a otros a creer lo mismo que sentía yo. "De que José Smith, era un traductor usado por Dios"

 Pero hoy en el año 2023, hay vídeos, comentarios de Autoridades Generales, diciendo "que José Smith, ponía una piedra dentro de un sombrero, y acercándolo a su rostro, él veía lo que debía traducir"




Hoy, hay un vídeo explicativo por parte del profeta Rusell Nelson, mostrando con un sombrero, y llevando la imagen de un celular, de cómo José Smith, tradujo el Libro de Mormón, por medio de una piedra dentro de un sombrero o galera.

Entonces ¿Cual es la verdadera forma?

Y ¿porqué muchos años mas tarde esa explicación se ha cambiado? ¿Decía yo la verdadera forma?

 Me siento engañado. Ahora si uno consulta o pone en dudas, para el resto del mormonismo, uno es apóstata y que no obedece o sigue el llamado del profeta. 

¿Es seguro lo que dice o enseña? Porque para mi difiere sustancialmente lo que se nos había escrito en las charlas que se daban en mi tiempo misional. Y con firmeza se no pedía, casi de obligación, de repetir el mensaje escrito en esas charlas, palabras por palabras. Como si fuera el Pentateuco, la ley mosaica, que no debía mancharse, o eludir mencionar lo que estaba escrito, ya que ocasionaba una falsedad.

Muchos temas, fueron cambiando durante los años. La raza negra. ¿Cuántos profetas de la Restauración, en su testimonios "maldecían una gota de sangre de la raza negra? Y así todos la membresía creía, "como una verdad", esos testimonios, y aún ellos testificaban del linaje de Caín.

Pues bien, las palabras que han salido de esos líderes, o escritos en libros, fueron como flechas disparadas... ya no se pueden volver atrás. Pero, sin embargo, todo se puede maquillar para los líderes mormones. Hoy dicen: "Fueron palabras dadas como hombres, con pensamiento de hombres, y no por inspiración del Señor: ¿En qué quedamos? ¿No era que cuando ellos (Autoridades Generales) hablan, "es como si el Señor", lo hiciera?

En éste siglo XXI, es mucho lo que ha cambiado con conceptos, normas y puntos de doctrinas la iglesia Mormona. Es de común conocimiento.

Y un último comentario de "la hermandad mormona":

"Estaba terminando mi misión, cuando fui invitado a la casa del Representante Regional (una autoridad de los Setenta, en aquellos tiempos) y me ofreció, dada mi capacidad, mis logros y llamamientos en la misión, además del potencial (tal vez) en mi... ¡una beca de estudio en BYU!

Estaba feliz. Era soñado el poder estudiar y seguir dentro de la iglesia. Pero... ocurrió algo inesperado.

 Al terminar mi misión, fui a las oficinas de la iglesia, y me presenté ante un recién llegado ex presidente de misión, un tal Ávila, que ya estaba con un trabajo en la iglesia a cargo del departamento de becas. No fue agradable ver su cara cuando le dije porqué iba y le dí mi nombre:

 ¡Ah... usted es el acomodado del Elder Wells..!! me dijo. Muy duramente me reprochó mi "beneficio o esta acomodado, por un líder".

Y enseguida pensé: " ¿no es acaso ésta la iglesia de Cristo?"... ¡donde está la hermandad, y si el sacerdocio es igualitario! ¿Cuál era mi error o pecado para que me tratara del esa forma? Yo solo había recibido (sin solicitar nada) una propuesta de estudio en el país del Norte".

"Continuó el encuentro "con mi hermano de la fe", de la siguiente manera:

Al invitarme a su despacho, y continuó con sus dichos, y de los muchos jóvenes que esperan esa oportunidad, y estaban en lista de espera y era reprochado por él, por ser nombrado por dicha autoridad. Pero simplifiqué el tema. Al intentar llenar los formularios becarios, le dije que regresaría al otro día con los datos y asignaturas a futuros de mis estudios. 

¡No regresé nunca más!"

Otra vez la muestra que tanto la iglesia hace hincapié de cómo estamos en el camino de ser uno, de unidad y amor fraternal, que me recordó el rechazo de cuando fui misionero asistente. ¿Iba a ser así mi vida de mormón? Nunca había propuesto o deseado un lugar dentro de la iglesia, sino salir a cumplir "con un mandato del Señor", de ser misionero. Ver y vivir las cosas que tuve que pasar.

Pasó muchas aguas bajo el puente. Se había roto esa creencia de "que todo lo que se dice dentro de la iglesia es verdad".

Como colofón, del formato que la iglesia, por medio de sus líderes, dice de cómo es y se debe vivir como "santos de los últimos días", tengo un desengaño final, la de un líder que como todos dicen ¡seguir al Salvador en conceptos, obras y preceptos, un digno y cumplidor de la palabra del Padre Celestial, con su prójimo!

"Durante un período muy malo económico de mi país, Argentina, y aún siendo un creyente de que la Iglesia era la "Verdad", de que el Evangelio es para ayudar al necesitado, para alimentar primero (tal como hizo Jesús en el comienzo de su ministerios, abastecer) a aquellos que pasan por un tiempo de inseguridad, es que escribí una carta al hermano del USA en el año 1985, que me había prometido una ayuda, para que ver si me podía dar una mano, ésta vez. Recibí una respuesta negativa, por cambios y reglas de la Iglesia, en ayudar a otros miembros. 

Pero como dentro del Universo del Señor, nada se pierde y todo se sabe. Tuve, una charla en la década del 1990, para ser preciso en 1997, con un Representante Regional (que me conocía desde mis 8 años, en la iglesia) y me pedía que fuera a trabajar en el formato de una nueva Estaca en mi ciudad. Yo no podía. Tenía un trabajo que llevaba hacerlo todos los domingos. Le pedí, que me brindara acceso algún trabajo temporal en la iglesia, pero me dijo que ¡no!

 Lo sintetizo: éste ¡gran líder! me dice que él tenía una carta mía, fechada muchos años atrás, y que sabía de mi pedido. Me sorprendió. Pero respetuoso al líder, no dije nada. 

Hasta que en el año 2004, solicité una entrevista con dicha persona (H-G) y lo consulté el porqué de esa posesión de mi carta, a lo que me dijo: " esa Autoridad, me había pedido que te ayudara a salir adelante, pero en Argentina" Y le dije ¿porque no lo hiciste? su respuesta, todavía resuena, con un dejo de soberbia, de antipatía, de poco amor por el prójimo y las necesidades básicas de un miembro (que hasta ese entonces había estado fiel en la iglesia) y me dijo: ¡PORQUE NO QUISE!

Otra vez, siervos negligentes. Envidiosos, y sin respetar el manto del sacerdocio (que según la iglesia mormona... todos los hombres dignos y apartados, lo poseen)

¿Qué había hecho yo, para no ser correspondido?

Y así comencé a delinear lo qué es, verdad y lo que se enseña dentro de la iglesia, fuera de ella, y cómo se acompaña con las conductas de cada creyente.

Porque en una de sus escrituras dice: "LA VERDAD, ES EL CONOCIMIENTO DE LAS COSAS, COMO ERAN, COMO SON Y COMO HAN DE SER". Pues bien, muchas "verdades" han variado.

En el año 2011, solicité borrar mi nombre de la Iglesia Mormona. Hice todos los pasos protocolares que requiere los manuales de instrucción. Fue que recibí un correo electrónico confirmando que se había borrado mi nombre. Y otra vez lo insólito. Me habían mentido.

En el año 2017, por visitas de ex misioneros del país del Norte e invitándome a volver a la iglesia, es que les comento "que ya no era más miembro".  Para mi sorpresa, ellos buscaron en una aplicación de la iglesia, y me ¡encontraba como miembro de la iglesia! 

Esa fue una gran mentira dada por la iglesia o el departamento de las oficinas centrales. Me ofusqué y trastornado ante una mentira de la iglesia.

Ya en Junio de 2023, opté con más firmeza que me borraran de los archivos de membresía de la Iglesia Mormona, y solicité respuesta por escrito, correo, sobre y papel membrado de la Corporación. Y lo recibí, casi al mes de iniciar el trámite.

Es parte de cómo salí de dicha iglesia. No se sostiene en tiempo, con sus verdades. Cambian constantemente.

La mochila del mormonismo ha caído de mis espaldas.

Sigo a mi Redentor, y creo y amo a mi Padre Celestial.

Gracias por leer.

David Bardón.



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